viernes, 8 de julio de 2011

EL ECO DE ESTEPA 7 DE JULIO DE 1.883 Nº 33

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MIS ESCRITOS ( LA CANDELARIA)

LA CANDELARIA Y SAN BLAS
Por Rafael Romero Jiménez.

Cada día 2 de febrero, a la caída de la tarde  como ya es tradicional desde tiempos inmemoriales se celebra  en casi todos los pueblos de nuestra Comarca “La Candelaria”. Al siguiente día,    durante la mañana,  en las distintas iglesias tiene  lugar la bendición de panes con motivo de la onomástica de “San Blas”, bendición habitual también desde hace  muchos siglos. Pero el caso es, según he podido comprobar, que  mucha gente de las que participa en  estas dos celebraciones ignoran  el origen de ambas fiestas. Creo que habría que profundizar en el porqué y desde cuando. Lo cierto es  que la Candelaria desde mil novecientos sesenta hasta nuestros días, ha evolucionado hasta convertirse desde unas hogueras prendidas por los niños con capachos y maderas que conseguían  a duras penas, a una diversión  familiar en la que se incluye asado de carnes y degustación de vinos. Probablemente durante la época anterior a la guerra civil fuera diferente, pero en la posguerra era una fiesta de niños en la que jugaban y ser calentaban con la candela .  En cuanto a la bendición de hornazos, rosquillas y panes con motivo de San Blas, no ha habido modificación en la tradición y las madres con sus niños y los maestros con sus alumnos  acuden a la Iglesia con sus bandejas de mimbre, canastos y cestas con sus panes envueltos en las multicolores cintas de San Blas que el Párroco  rocía con agua bendita. Son dos fiestas bajo el denominador común de lo religioso, pese a que la Candelaria hay quien la ubica en prácticas paganas.  La primera habría que buscarla, según la tradición cristiana, en la  conmemoración de la presentación de Jesús en el templo y la purificación de su Madre la Virgen María.  Parece ser que  la Candelaria, según algunos historiadores proviene de   las velas o  candelas que los fieles llevaban en las procesiones y que tenía lugar para suplir los grandes festejos de la expiación  y purificación que se celebraban en la antigua Roma en la mitad del mes de febrero (februa), esta fecha  se traslado a cuarenta días después de la Navidad, creyéndose que la fiesta de la Candelaria fue instituida en el año 542 por el emperador bizantino Justiniano I, la festividad de San Blas habría  que buscarla en la tradición e iconografía cristiana o en el momento en que los santos influyen en todo y cada apuro tiene su abogado o tal vez en las épocas de los gremios, cada oficio o profesión tiene su santo patrón y sus milagros.  No obstante en el suelo hispano, así como en otras latitudes la iconografía cristiana procede del siglo II,  desarrollándose rápidamente en los siglos III y IV, aquí aparece en el siglo XII  debido al retroceso que supuso las luchas iconoclastas  entre los siglos VII al  IX , lo que representó que la imaginería no apareciese hasta el mentado siglo XII y es a partir de ésta centuria cuando  la única literatura que circula sea la vida de los santos, teniendo  cada uno su leyenda  y los mártires sean insensibles a los terribles tormentos, entre los que figura San Blas, obispo armenio del  siglo IV, mártir bajo el poder de Dioclesiano, que  salvó la vida de un niño que se estaba asfixiando por culpa de una espina que se clavó en la garganta. Fue ahorcado y decapitado, por eso se le atribuye las curaciones y males de la garganta, además se le considera el Santo patrón de gremio de los cardadores de lana debido a la forma en que fue martirizado con un rastrillo o peine de púas aceradas de las que se utilizaban para la cardar la lana.
Cada pueblo debe buscar y escribir  su pasado, recopilar sus leyendas porqué  los hombres de esta época no pueden seguir sin saber lo que paso antes y asistir a una efeméride sin tener de ella la mas remota idea, por lo que desde aquí me tomo la libertad de pedir a los jóvenes y a los mayores de nuestra Comarca que recopilen historias y leyendas del pasado y las den a conocer afín de que las generaciones futuras sepan el porqué de cualquier festividad. “Celebrar” significa, como dice el diccionario de la lengua, “ dar importancia o solemnidad a una fecha, a un acontecimiento” y no es comprensible  el asistir a esa solemnidad  o  acontecimiento sin    saber  que es lo que se celebra. Los historiadores  y amigos de la historia  tienen la palabra y un gran camino que indagar para darlo a conocer. 

RECUERDOS DE "DOÑA TECLA"

VIEJO METODO DIDÁCTICOS.

En la escuela se nos enseñaba que la gramática era el arte de hablar y escribir  correctamente nuestro idioma castellano.
La gramática, se dividía  en:  analogía, sintaxis, prosodia y ortografía.
La prosodia y la ortografía se auxiliaban de un método bastante drástico empleado por  nuestros maestros,   que era “Doña Tecla”, o Palo Didáctico,  sistema, por el que nosotros los infantes, el día de mañanas, ya adultos y gracias a este medio didáctico, debíamos hablar  como se hablaba   en Burgos o en  Valladolid.
Eso, trajo consigo  que ni un niño nos librásemos “de Doña Tecla” utilizada  hábilmente en nuestras infantiles manos por nuestros bienintencionados pedagogos, defensores del imperio, en su empeño de que los andaluces  debíamos pronunciar el idioma como en Castilla, patria de Doña Isabel... .Cuando uno, hablaba como siempre se habló aquí,  leyera no distinguiendo la “ce  de la ese, la elle de la eye o  la ge de la jota “ o empleara dicciones antónimas erróneas, era motivo para que  el maestro nos gritara que éramos unos palurdos e  inútiles, para a renglón seguido... “palo didáctico al canto”, de rodillas y castigado sin recreo, siendo una práctica  generalizada en todas las escuelas.
 ¡ Pero que ver,  como han cambiado los tiempos, y que mala suerte tuvimos nosotros los niños de ayer.! . Ahora cuando ocurren estas cosas,  los llaman  “actos fallidos”, dándose las circunstancia  que esos fallos se dan más en los adultos que en los niños, lo que nos sugiere que habría que  poner un especial énfasis en el conocimiento de  nuestra lengua, al igual que se hace con otras actividades culturales. ¿ que pensaría usted si estuviera en una asamblea y la personalidad que debiera inaugurarla comenzara así  su alocución? ¡ Amigos y Amigas! “levanto la sección de hoy.....”. Estamos observando que dos de las palabras empleadas  no se ajustan a lo que quiere expresar y no se corresponden en absoluto con lo que un principio quería decir. En la mente de nuestro orador, es de seguro que quería decir:  ¡Amigos y Amigas! “inauguro la sesión de hoy...” y sin embargo le ha salido la palabra “levanto”, que es una dicción absolutamente antónima con lo que quería expresar y después  “sección” que es palabra equivalente a   división, porción o fracción y que no tiene nada que ver con sesión que es sinónima de reunión, o conferencia que es  lo que va a  inaugurar.  Detrás de éste desatino, según los psicólogos, se encuentra el deseo instintivo de acabar lo más rápidamente posible con la sesión, ¿qué le ha pasado al orador?  Desde  la perspectiva de la psicología, no se duda de que la causa ha sido su “deseo inconsciente  por acabar lo antes posible”, quizá porqué tenia prisa,  lo que  ha superado a su “ voluntad consciente”. Tratándose de una forma levísima de los llamados “actos fallidos”. No acostumbrándose a darles mucha importancia, pero no siempre el origen puede descubrirse con tanta facilidad, situación que  puede darnos una pista de lo que en realidad está pasando en el sentir más profundo de nuestro personaje.
 ¿No podría ser  que a nuestro orador le faltara  vocabulario..   y,  con tal de presentarse al auditorio como el hombre o mujer que domina el idioma,  le pasara como aquel  de un pueblo cercano al nuestro,  que  se bajara del tren antes de llegar a la estación  y cuando llegaron a su casa los que le esperaban en el apeadero,   lo encontraran cómodamente sentado en una mecedora de la casa,   y ante la sorpresa de los los mismos, como explicación, les  dijera que  se había bajado del tren antes de llegar a la estación, viniéndose a pié por la “vida" del tren adelante..?
Hay que cuidar la lengua y no emplear palabras sin sentido por mucha prisa que se tenga;  porqué puede pasar como en la novela de Un “Yanqui en la Corte de Rey Artur”,  en la que se hablaba... y se hablaba..., convirtiéndose la conversación, como vulgarmente se dice,  en  un diálogo  de besugos, y ante tanta incongruencia nadie se enteraba de nada ,lo que debe considerarse como grave, precisando de una terapia, como se dice ahora, pero no la de “Doña Tecla o Palo Didáctico”,  muy de acorde con aquellos tiempos,  sino  convirtiéndose en un asiduo lector de libros, revistas y periódicos, memoria escrita de la humanidad, la  forma de sentirse, poco a poco, mas enriquecido, más completo y por lo tanto más conocedor de nuestro idioma, siendo la mejor  medicina para curar el síndrome de “actos fallido”.
Lo cierto, que Doña Tecla, método basado en que la letra "con sangre entra"  cumplió con su misión en la ortografía, pero no logró sus objetivos en la pronunciación,  pese a que los medios modernos,entre los que contamos con la televisión, están influyendo de forma  activa en nuestra forma de hablar.
En Andalucía seguimos con nuestra modalidad  sureña, por la que nos entendemos y se nos entiende perfectamente, de  no haber sido así, es seguro que el andaluz se escribiría  tal como se habla, supuesto que hubiera generado otra de las llamadas lenguas latinas.