domingo, 15 de mayo de 2011

Juan Caballero (a) "El Lero"


JUANCABALLERO


En agosto cumpliría 207 años el que fuera Comandante del Escuadrón Franco de Protección y Seguridad Pública de Andalucía, tras su indulto por mandato regio y ser uno de los  bandoleros mas notable del siglo XIX, pese a  no disfrutar de la “buena prensa”, que los autores de la época del Romanticismo otorgaran a otros bandoleros. Fue un  hombre ejemplar, honrado y cumplidor de las obligaciones cívicas, pero las injusticias, le llevaron a formar parte del bandolerismo andaluz. Juan Caballero Pérez, nace  en Estepa un 29 de agosto de 1804, época difícil, no obstante, como dice él mismo, en sus memorias, ”lo mandaron a la escuela, aprendiendo a leer, a escribir y bastante de cuentas, que era mucho en aquellos tiempos”. Crece a la tutela de su hermano el mayor, bajo la incertidumbre que representa  la invasión francesa, muy patente en esta Comarca bajo el mando francés de los Comandantes Naghten y Bourbon Bussec, periodo que abarca el sexenio que media entre el 2 de mayo de 1.808 y el 4 de mayo de 1.814, la victoria española de Bailen y la aparición de la guerra de guerrillas, invención española para hostigar constante a los invasores y que  en la Comarca de Estepa distinguió a la “Partida de los Guerras”. Era la Guerra de la Independencia y la soterrada revolución liberal, sucediéndose  los cambios protagonizados por la Junta Central, las Regencias y sobre todo por la Cortes en cuyo parlamento viera la luz la Constitución de 19 de marzo de 1.812 . Son tiempos de  inestabilidad  política y social en todos los sentidos, hallándose el país materialmente destrozado y la sociedad dividida .El Manifiesto de los Persas y el regreso de Fernando VII en mayo de 1.814 recondujeron al más férreo absolutismo con la disolución de las Cortes y la abolición de la Constitución de 1.812. Lo que trajo la persecución a los liberales sin contemplación de ningún tipo, cayendo muchos que se habían distinguido en su lucha contra las huestes de Napoleón y sobre todo, se les pidió cuentas a los afrancesados, olvidando que el primer afrancesado fue el propio Rey Fernando VII. Se suceden las sublevaciones que fueron ahogadas en sangre y el nacimiento de sociedades secretas que anhelaban el restablecimiento de régimen constitucional, el ahorcamiento de Porlier, la Conjuración del Triángulo, el Pronunciamiento de Cabezas de San Juan, el Trienio Liberal, periodo complicadísimo en el que aparecen por todas partes sociedades patrióticas y por otro lado La Santa Alianza y el problema sucesorio con la publicación de la Pragmática de Sanción, derogatoria del Auto acordado por Felipe V, asegurando la sucesión de Isabel II con la abolición de la Ley Sálica. Es un periodo  en el que  Juan Caballero crece de niño a hombre, que en nada se asemeja al nuestro, donde lo que impera es  la pobreza, no hay defensa  para los más  débiles, el caciquismo es abusivo, los funcionarios corrompidos, las detenciones y penas de muerte se suceden sin causa en los ámbitos militares y civiles, el analfabetismo es masivo, hambre, epidemias y enfermedades incurables son  circunstancia que con la mentalidad de hoy y el bienestar social del que disfrutamos, nos impide  llegar a entender  la mentalidad tan diferente a la nuestra de los hombres y mujeres de aquellos años,  por lo que no me atrevería a hacer ningún tipo de juicio sobre el porqué del bandolerismo, aunque creo sinceramente que pudo ser  consecuencia de tanta injusticia social,  la que condujo a algunos sectores de la población a formar partidas que hicieron frente a la situación, si bien también es verdad que en ocasiones se refugiaban en las mismas individuos no recomendables , no siendo éste el caso que nos ocupa y que muy bien pudo influir para que nuestro hombre aceptara, tiempos después del indulto y como consecuencia del fallecimiento de José María el Tempanillo, que ostentaba la jefatura,  el mando de Comandante del  Escuadrón que al principio menciono,  por lo que debemos ser muy coherentes  a la hora de escribir o de contar según que historias...porque basta leer sus memorias  y las que el Padre Pío de Mendata, Superior de la Comunidad Franciscana de Estepa transmitiera al Padre Feliciano Calvo Bartolomé y que éste publica en 1.909 en su libro “Novena de Ntra. Sra. De la Fuensanta y Guía”  para saber que  Juan Caballero  debe figurar   en   la Historia Social de Andalucía .


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