sábado, 16 de julio de 2011
martes, 12 de julio de 2011
EL QUE NO TE CONOZCA, QUE TE COMPRE.
LOS REFRANES: LITERATURA POPULAR
La otra noche en un programa televisivo, daban la noticia de que muy pronto, todas las cajetillas de tabaco, llevaran mensajes alusivos al mal que produce el tabaco. También decían que la venta de petacas había aumentado, dado que estaban hechas a medida del paquete. Y es que como dice uno de los tantos dichos del pueblo, “ojos que no ven, corazón que no siente”.El hispano siempre tiene a su alcance algún refrán al que darle vida y éste viene “como anillo al dedo” para pasar por alto la advertencia de las autoridades sanitarias, aunque el tabaco mate.
El español es muy rico en adagios, refranes o proverbios. Hay un dicho para cada situación, e incluso algún que otro parlamentario los usa de vez en cuando. Pero lo cierto es que encierran una gran dosis de sabiduría popular. Cada uno de estos proverbios, tiene su historia y muchos provienen de la edad media, que de boca en boca han llegado hasta nuestros días. Los hay para cada situación, ya sea la agricultura, el comercio, la política, la medicina etc.. ¿Quién no ha oído “el que regala bien vende, si el que recibe lo entiende”.. o “el que no te conozca, que te compre”?. Si analizamos el sentido de cada uno de estos dos dichos, cuando reciba un regalo amigo lector, ya sabe a que atenerse... y si hace un regalo “ a buen entendedor no hacen falta palabras”.... Sin embargo el segundo adagio viene de muy lejos, por lo que voy a contarle su origen picaresco que me contó un agricultor natural de los Santos Lugares. “Se cuenta que en la época en que reinaba Felipe V, tres jóvenes estudiantes de bachiller se dirigían a Sevilla desde la Puente de Don Gonzalo, cuando acertaron a pasar por un caserío cerca de la Villa de Aguas Dulces, lugar perteneciente al marquesado de Estepa y cerca de la Ciudad Ducal de Osuna. Como quiera que no tenían dinero para comer y además estaban muy cansados de tanto caminar, convinieron ofrecer sus servicios al de la casa, aunque fuera a cambio de que les diera cobijo y comida. Así fue, se presentaron dos de ellos al amo y después de explicarle que iban camino de la capital los admitió para realizar algunas labores agrícolas. El otro estudiante, que padecía fuertes dolores de barriga, no podía realizar labor alguna, de manera que tramaron que el enfermo se escondiera en el pajar, lugar idóneo para su descanso al que le llevarían la comida cada día, sin que se enterase el casero. En el patio de la casa había una noria para el riego , que gracias al esfuerzo y vueltas de un burro sacaba del pozo el preciado liquido. Al tercer día y una vez finalizado el trabajo, los dos bachilleres se despidieron del amo dándole las gracias por la hospitalidad, la comida y algunas monedas que les diera. Antes de irse, acordaron que se llevarían el burro, animal que venderían en la Feria de San Miguel de Sevilla, que tenía lugar por aquellos días, pero para que no lo echara en falta el dueño, el estudiante del pajar debería ocupar el lugar del borrico. Así fue, el bachiller que se quedó, ocupó el lugar del burro y empezó a dar vueltas alrededor de la noria, mientras los otros dos “tomaron las de Villadiego” montados en el asno. ¡Asombro del labriego! al ver al estudiante, dando vueltas a la noria que le explicara que él era el burro, que un mago lo había convertido en asno por una mala acción que había cometido años pasados, pero que la profecía del brujo se había cumplido y al pasar por allí dos bachilleres, le desaparecería el embrujo, como así sucedió. El pobre hombre, lo creyó, dio gracias a Dios por el desencanto y puso en la libertad al embrujado, que continuó su camino para reunirse con sus amigos. Los otros dos, cuando llegaron a Sevilla, vendieron el burro a unos gitanos de la feria.
El casero “se pasó toda la noche en blanco” pensando en su borrico y la solución que le daría, pues la verdad es que necesitaba otro burro para las labores del campo y poder sacar el agua del pozo. Cogió la diligencia camino de Sevilla con la intención de comprar otro. Una vez en la feria de ganados empezó a mirar burros, pero el destino lo llevó hasta el lugar donde estaba su asno: lo miró repetidas veces de abajo a arriba, hasta que se acercó e inclinándose le dijo al oído : ¡ EL QUE NO TE CONOZCA, QUE TE COMPRE. ¡ .
Los refranes son parte de nuestra literatura popular, deberían cultivarse y buscar sus origenes..
RAFAEL ROMERO JIMÉNEZ.
LO QUE FUE Y PUDO SEGUIR SIENDO. RECUERDO DE UN PASADO.
V-ENCUENTRO ANDALUZ DE COCHES ANTIGUOS EN ESTEPA
Hay eventos que no se deben dejar pasar sin antes haberlos visto y nunca mejor dicho cuando son los coches que recorrían nuestras carreteras y caminos en la última década del siglo XIX y las cuatro primeras del pasado 1.900.
Automóviles que vuelven a rodar ante nosotros como lo hicieran antaño, “guiados” por sus chóferes nuestros abuelos.
No dudo, estimado lector, que va a pasar un rato emocionante. Si usted es mayor y vivió la época en que circulaban algunos de estos “viejos cacharros” va a tener la oportunidad de recordar vivencias del pasado y si es joven y además amante del motor, comprenderá la evolución de una técnica que revolucionó al mundo y que aún hoy sigue progresando de una manera vertiginosa. Son verdaderas joyas del motor, recuperadas del olvido y salvadas de una destrucción cierta y que los días 26, 27 y 28 va a tener la oportunidad de ver en el 5º Encuentro Andaluz de Vehículos Antiguos “ Estepa siglo XXI” .
Este Encuentro de coches antiguos, que organiza la Asociación de Voluntariado “Amigos del Cerro de san Cristóbal” de Estepa, a la que tengo el honor de presidir, representa un repaso a la historia, desde la invención del automóvil hasta diciembre de 1.940. Son los coches que tantas veces hemos visto en el cinematógrafo. Protagonistas de más de un siglo de hechos históricos que a través de este “museo andante”, le va a permitir recordar viejas películas de Charlot o Carlitos, como se le conocía en Iberoamérica, cuando comenzaba con su sombrero de hongo, bastón de caña y una raquítica chaqueta que quería simular una levita. Era Charles Chaplin, el de los pantalones anchos y zapatos de vagabundo; al Gordo y el Flaco o diferentes modelos que protagonizaron aquellos asaltos a tiro limpio que Al Capone, convirtiera a Chicago en una ciudad sin ley; son las sombras de aquellos que debieron circular aquel jueves negro de 24 de octubre de 1.929, cuando la burbuja de la especulación financiera estalló en Wall Street, propagándose como una bomba anunciadora de ruina y demagogia, o los coches que participaron en las grandes guerras, o que sus propietarios fueron personajes de todo tipo y que en nuestra posguerra eran los coches de alquiler de nuestros pueblos. Este evento no es un acontecimiento cualquiera, ni se ve cada día, por lo que desde este espacio de Opinión, me permito también, en el nombre de los Ayuntamientos de Lora de Estepa, Jauja, Badolatosa-Corcoya, Casariche, Gilena, Pedrera y Estepa colaboradores del Encuentro, invitarle para que se desplace a cualquiera de estos pueblos para admirar la evolución automovilística desde el principio, en que Karl Bens registrara la patente que le identifica como creador del primer vehículo equipado con un motor de combustión interna “capaz de moverse por sí mismo”, efeméride que tiene lugar un 29 de enero de 1.886, a partir de aquí y en nuestro encuentro podremos asistir a un espectacular viaje de la promoción del automóvil a través de los tiempos, para deleite de mayores y pequeños. Sin llegar a la exageración, hoy nuestro encuentro ha sido considerado por los coleccionista de coches antiguos como uno de los mas atractivos de España, en el que los amantes del automóvil antiguo, venidos de diferentes puntos de nuestra geografía, se dan cita cada año y pretende ser “el Encuentro de Andalucía de los Coches Antiguos” y la verdad es que lo estamos consiguiendo.
Este Encuentro tendrá como ruta: Día 26: Lora de Estepa.-Día 28: Lora de Estepa-Jauja-Badolatosa-Corcoya-Casariche-Gilena.-Día 29: Gilena- Pedrera-Estepa . RAFAEL ROMERO JIMÉNEZ.
MIS ESCRITOS (EL ALGARROBO)
Sr.Don Jesús León
EL PERIODICO.
9 de Septiembre de 2004
Amigo Jesús:
Hoy al leer “ El Periódico” en su apartado Opinión, con sorpresa, veo que la misiva que dirijo a los Ayuntamientos bajo el titulo de “El Árbol Milagroso”, por error ha sido asignada a don Víctor Córdoba, persona a la que no tengo el gusto de conocer pero que es merecedora de todos mis respetos.
No obstante y haciéndome eco de la “Murphiología General”, la Ley de Meskimen dice que “Nunca hay tiempo para hacerlo bien pero siempre hay tiempo para repetirlo”, me permito pedirte que no estaría de más repetir el articulo en el próximo numero, mayormente porque es una carta que conlleva una petición a los Ayuntamientos, epístola con mi nombre y apellidos y la ilusión de que pueda tener una repercusión . Aunque dicho sea de paso, también dice “Murphi”, al que todos conocemos por el de la “Ley”, en sus “Aforismos de Moore, sobre los documentos”, que “en cualquier documento el error más garrafal pasará desapercibido”. Así es Amigo Jesús, sobre todo no lo advertirán algunos lectores que más bien ponen el interés en el contenido del escrito que en su autor, pero para el que escribe es de suma importancia su autoría, de no ser así, y modestia aparte, hubiera escrito bajo un seudónimo.
En papel aparte, me permito escribir unas líneas con el ruego de su publicación
Muy Atentamente.
Rafael Romero Jiménez.
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EL ARBOL MILAGROSO (II)
Por Rafael Romero Jiménez.
No es una simple coincidencia de que el titulo de este articulo, tenga el mismo epígrafe que el aparecido en la edición anterior de El Periódico.
Al escribir bajo el mismo epíteto, intento corregir lo imposible, ya que lo escrito, escrito está y figurará para siempre en los anales de la historia”in sécula seculorun” o dicho de otra manera, “por los siglos de los siglos” y el autor de mi texto del “El árbol milagroso”, es Don Víctor Córdoba, al que con todos mis respetos, le ruego que me disculpe por hacer uso de su nombre que por error figura en el escrito de mi intelecto.
Como las circunstancias obligan y Ulpiano legislador romano dice que es de justicia “dar a cada uno lo que le corresponde”, además de que el “rectificar es de sabios”, sólo intento vindicar mi autoría, aunque no estaría de más que El Periódico volviera a publicar mi misiva, máxime cuando se trata de una carta dirigida a los Ayuntamientos que firmo con mi nombre y apellidos.
Epístola en la que demando a los ediles un símbolo, pero no cualquier alegoría, se trata nada menos que la de un ser vivo vegetal: un árbol. Figura que por su profundo interés psicológico, biográfico y por la mucha hambre que quitó, está grabada en la mente de muchos de los que hoy, aún podemos hablar con propiedad de una década que mejor es que no vuelva a repetirse.
También es una misiva en la que pido a los que escriben la historia social de aquel inmediato pasado, que acudan a las únicas fuente de la historia que aún hoy manan, que son las personas que vivieron la tragedia de aquellos años de los cuarenta.
Para acabar, sólo decir que recordar es vivir y que todo lo expresado en aquel artículo es una realidad, viniéndome a la memoria lo que decía Borges: “si la realidad no tiene ninguna obligación de ser interesante, en cambio sí la tiene la hipótesis”. A lo que agrego que hipotético es lo dudoso, lo incierto, lo infundado y la realidad social es que un humilde árbol “el algarrobo”, con sus frutos, como nunca, fue el remedio de tantísima hambre, lo que ya de por sí, no fue interesante, sino milagroso que es lo mismo que prodigioso, lo que le hace aún más merecedor de vivir en el lugar más preferente y visible de nuestros pueblos, como recordando cada día a las generaciones futuras la importancia que tuvo y que tiene y sin embargo arden y se carbonizan cada año miles de ellos en nuestros bosques, sin que hagamos nada por evitarlo, cuando todos debiéramos saber que cuando un sólo árbol se quema es como si se extirpara a la madre tierra un pedacito de sus pulmones y eso es grave.
MIS ESCRITOS (El olivo 2003)
Símbolo de paz es el olivo, consagrado a Júpiter y Minerva por los romanos. Una de las especies arbóreas mas antiguas conocida. Situado en la Época Glaciar o Cuaternaria. Existente en el Paleolítico, unos 35.000 años a.C. No sólo el arte, sino también la literatura hablan de su importancia como podemos leer en los textos clásicos de Homero que en La Iliada compara la caída de Euformo abatido por Melenao en la guerra “a la caída del olivo”. Encontramos otras referencias como cuándo Ulises vuelve a Itaca y describe la Isla, el puerto y el olivo plantado en él o cuando Euridicea le unge con aceite de Oliva. En la mitología de los romanos Hércules,
Dios, acomodación del griego Heracles, emplea estacas del árbol de la oliva para enfretarse a sus siete famosos trabajos, siendo este dios, al que se le atribuyen el descubrimiento del olivo y su propagación por el Mediterráneo. Virgilio en “Las Geórgicas” canta al olivo y a su fruto. En “Las Metamorfosis” Ovidio muestra a Beocio condimentando una comida con aceite de oliva, recordando a César el aceite de oliva de Numidia. Columuela y Plinio el Viejo hablan de las bondades del aceite de oliva. Se dice que era tal la pasión de los romanos por el aceite de oliva que la diferencia entre los pueblos civilizados y los bárbaros iba en relación con el consumo o no de aceite de oliva. La Biblilia nos enseña las leyendas más bellas del “aceite llamado de la misericordia” relatando el momento en que Adán, está a punto de fallecer y evoca a Dios la promesa de entregarle este aceite, para su redención y el de la humanidad. Todos los libros sagrados, incluyendo el Corán, dedican al olivo y a su aceite algún pasaje. En nuestra tierra, el olivo data de la llegada de los cartagineses por el sur y de los griegos por este, refiriendo el Génesis como la paloma soltada por Noé, regresa al arca con una tarama de olivo en el pico. En el Levítico se habla de las oblaciones para los sacrificios: harina amasada a base de aceite de oliva. Son tantísimas las referencias a lo largo de los tiempos dedicadas al olivo que necesitaría folios y folios para describir los testimonios que a lo largo de la historia se han dedicado al árbol símbolo de la paz y a su aceite. “ Se pusieron en camino los árboles para untar a un rey que reinase sobre ellos y dijeron al olivo: ¡Reina sobre nosotros!, pasaje del Libro de los Jueces. “En la Bética no hay mayor árbol que su olivo del que se recogen ricas cosechas”, son palabras de Plinio. La luz se enciende gracias a un árbol bendito: el olivo, frase del Coran, Libro en el que aparece decenas de veces el olivo, al que también cantaran Federico García Lorca, Rafael Alberti y Antonio Machado o plasmaran en sus lienzos muchos y afamados pintores. Si seguimos indagando, encontraremos referentes de todo tipo a través de la historia, descubriendo las virtudes de su aceite tanto en el campo de la medicina, el culinario o la cosmética. Siendo un honor para nosotros, y para nuestra Comarca, Zona geográfica tradicional aceitera, que el mundo entero conozca las bonanzas de nuestros aceites, baste saber que al finalizar el siglo XVIII existían en Estepa 60 molinos de aceite, sin mencionar los de sus pueblos de alrededor y en su escudo figure una rama de oliva por acuerdo de su Ayuntamiento fechado el 27 de julio de 1.676, existiendo en la Sierra, al lado de la Raja de Gilena, una antiquísima cantera donde aún quedan al aire libre, a medio construir varias piedras de molino. En la actualidad , año de 2003. es obligado resaltar el reconocimiento público que a todos los niveles del Estado está recibiendo OLEOESTEPA fabricante “al mejor aceite de oliva”, continuadora tradicional aceitera desde tiempos inmemoriales. ¿Quién no ha saboreado en otros tiempos un buen “ hoyo de pan aceite y azúcar”, un buen “mollete caliente con aceite virgen de oliva” o un buen salmorejo? ¡hay que seguir divulgando las excelencias del aceite salido de nuestras almazaras y felicitar a los actuales aceiteros que siguen distinguiéndose por las excelencias de sus productos reconocidos cada día mas, como lo están demostrando las muchas distinciones y premios recibidos.
RAFAEL ROMERO JIMÉNEZ.
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