viernes, 7 de octubre de 2011

Los Músicos de Osuna 1.928



LA CATÁSTROFE DE ESTEPA

(HACE 83 AÑOS)

Ante la pena de Osuna, ante el sentir hecho dolor de Estepa, desfila el fúnebre cortejo. En el Calvario, las mujeres rezan y lloran y los hombres, silentes y pensativos, apenados contrictos  van reflexionando filosóficos..... Así comienza el articulo que bajo el titulo “La Catástrofe de Estepa” publicó  El PALETO, Periódico de Agricultura y de Intereses Generales, el 31 de mayo de 1.928 , rotativo  fundado por Don Manuel Ledesma Vidal, que se editaba en Osuna tres veces al mes. Coincidió el accidente en su tiempo con  el recién estrenado  reloj municipal de Osuna que debió  marcar la hora  del entierro de Rafael García Fajardo y Manuel Navarro Fernández que perdieran la vida en Estepa en la madrugada del día 28 y que recibieran sepultura en dos nichos adquiridos por el Ayuntamiento Ostipense. Suceso en el que fueron víctimas dieciocho ursaonenses heridos, y dos muertos: Rafael y Manuel, que siendo muy grande la catástrofe, que lamenta el articulista de El PALETO, aún mayor fue  la magnitud  de las proporciones que el rumor público le supuso. La noticia  de que, al regresar de su viaje a Estepa había volcado unos de los camiones en el que la tarde anterior se trasladaran unos cuarentas socios del Centro Filarmónico de Osuna para celebrar una obra teatral, cundió el pánico e hizo   que inmediatamente comenzaran a salir automóviles con dirección a la Ciudad de Estepa, conducidos por parientes y amigos de las víctimas, que se cruzaban con otros que venían con los resultaron ilesos o los heridos, ya curados de primera intención en Estepa. Se cuenta que los viajeros del otro camión, rivalizaron en las operaciones de  socorro, secundados por las fuerzas públicas y los vecinos que pudieron apercibirse en aquella hora, tres menos cuarto de aquella madrugada fatídica agravada con un temporal de lluvia, relámpagos y truenos horripilantes, hasta que llevados los heridos  a la población fueron auxiliados de primera cura por los médicos estepeños, entre los que se encontraba, accidentalmente el sevillano Doctor Royo, que también contribuyó en las distintas operaciones.  El Sepelio tuvo lugar  en Estepa, destacando El PALETO que revistió de tan extraordinaria solemnidad, que no creía el articulista caer en irreverencia si lo calificaba de espectáculo tristemente hermoso y conmovedor. Todas las tiendas y comercios cerraron sus puertas y  a la cabeza iba la música local  batiendo marcha fúnebre; seguía el Clero y los féretros cubiertos de coronas y conducido por jóvenes de Estepa y Osuna, formaban a continuación la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, Juventud Antoniana, de Paz y Caridad con sus estandartes enlutados, medallas, cetros y demás insignias; la Asociación “Caridad Obrera” en masa, que también dedicó a los infortunados obreros muertos dos  hermosas coronas de flores naturales; la Guardia Municipal y la  Civil , compacta muchedumbre de vecinos de Estepa y larga fila de ursaonenses, entre los que se encontraban el Instituto de Segunda Enseñanza,  nutridas representaciones del Casino de Osuna, “La Selección” que llevaba una corona, El Centro Filarmónico, que llevaba dos de flores naturales y una de contrahechas ; sacerdotes, comerciantes e industriales venidos de Osuna y  el cuerpo de duelo, constituido por numerosos parientes de las victimas; y la presidencia, integrada por  los  Alcaldes de Estepa  y de  Osuna,  Señores Márquez Márquez y   Castro Tamayo, el Secretario de la Corporación Municipal, Jefe de la Guardia Civil y otras autoridades, así como  las calles de tránsito  y hasta el interior del Cementerio estaban completamente invadidas por el vecindario qué, en las aceras, ventanas y   balcones presenciaban, en reverente actitud y sin poder contener las lágrimas, el paso de la fúnebre comitiva. Acabando EL PALETO agradeciendo la forma en que Estepa se comportó con Osuna por esta hermosísima obra de caridad, esta delicada demostración de cariño, esta tierna expresión, cito tal como lo apunta el periódico, de sentimientos nobles, Osuna noble también y enternecida ante tan elevada prueba de amor al  prójimo y conmiseración a la desgracia, no olvidará jamás la obligación de gratitud eterna que con Estepa ha contraído, acabando con la siguiente frase: Estepa ha llorado con Osuna el infortunio de unos usunenses. Cada osunés levantará un altar en el santuario de su alma para rendir en él, perennemente, el fervoroso tributo de su agradecimiento. RAFAEL ROMERO JIMÉNEZ.

No hay comentarios: