RECUERDO A DON FEDERICO NIETO LINARES
NATURAL DE BADOLATOSA
Creo que es de justicia dar a conocer la figura, de “DON FEDERICO NIETO LINARES, Ilustre hijo de Badolatosa”, aunque sólo sea valiéndome de una misiva que el día 20 de septiembre de 1.953, escribiera al Alcalde de Estepa. Carta que trasluce la magnitud cultural de este hombre de Letras y Político que ocupara cargos de gran importancia durante la 2ª Republica Española. Fue Don Federico una de esas personalidades, que a mi entender, aún le espera un lugar preferente en los Memoriales de la Comarca y de Badolatosa su pueblo natal. Erudito, que en su epístola trata de la pugna literal entre dos vocales alegando una su derecho a ocupar un puesto que le usurpa la otra; explicando que la primera exhibía su ascendencia latina, opinión de la Real Academia de la lengua y el buen decir, y la segunda que se burlaba despectivamente de estos alegatos creyéndose segura en su usurpación, puesto que estaba allí por el acuerdo y beneplácito del Excelentísimo Ayuntamiento de Estepa. Pretendiendo sencillamente, una breve corrección ortográfica en un rotulo callejero cuya persistencia iba en desdoro, según Él, de la pulcrísima, luminosisima y nunca bien ponderada Estepa. Expresándose así: “Suelo sentarme a veces en el Bar Jerez y precisamente en la misma esquina de la calle inmediata al Ayuntamiento, hiere mi vista un rótulo cacográfico que dice CARNECERÍA. Algunos carniceros madrileños soslayando a la Real Academia de la Lengua y a la Ortografía, solían rotular así sus establecimientos. En un carnicero pedante o ignorante, puede pasar. En donde no puede ni debe pasar es en la alcaldía de la gloriosa y turdetana Ostippo. Se trata como ve usted de poner los puntos obre las íes y el punto sobre la i. Un ayuntamiento no es un organismo que limite y circunscriba sus funciones a las exacciones municipales. Debe educar al pueblo, corregir sus abusos y costumbres y hasta velar por la ortografía.”. “No soy pedante ni me atribuyo un profundo conocimiento de la lengua del Lacio. Apenas si pasé de los rudimentos gramaticales del Raimundo de Miguel, pero esto me basta para saber que el genitivo de Caro es Carnis, y que esta raíz es la que debe engendrar la Carniceria, y no el sustantivo español. No faltará quien replique: ¿Qué mas da una letra que otra o una letra de mas o de menos?.- Me recuerdan los primeros la sorna de la exclamación humorística de los romanos quienes de una sola pedrada mataban dos pájaros: La entrañable devoción que nuestros antepasados sentían por el Dios Baco y la resistencia inveterada que aun subsiste, salvo en el Nordeste, a pronunciar correctamente la v. Beati Hispaniarum-dicebant-quibus vivere est bibere”, continuando la misiva en cuanto a la letra de mas o menos, que le recordaba una anécdota del Buey de Oro (Marqués de Torrelaguna), una especie de Chopo madrileño, que exigía un coche especial porque su vitola no le permitía pasar por las portezuelas de los corrientes y que debía su apodo, a su falta de cultura, a su exceso de tejido adiporo y a ser considerado como un creso. Prosiguiendo, “¡Buena mujer llevaba usted anoche a las cuatro de la mañana por la calle de Peligros! ¡Vaya una horitas!.-¡No andaría usted muy lejos!.-Me lo ha contado Enrique. Yo a esas horas me hallama en los brazos de Orfeo.-Un contertulio insinuó respetuosamente. Con m, Don Martín, con m. –Bueno, de Orfeom. ¿Qué mas da una letra que otra?.-Dispénseme D.Martín. Una letra puede tener una importancia transcedental. A usted no le daría lo mismo que pusieran en su epitafio: Rogad a Dios por el ánima de D. Martín Esteban, que si pusieran : Rogad a Dios por el animal de D.Martín Esteban. También pudiera ocurrir que el Excmo.Señor Alcalde, tuviese su amor propio, se irritase contra mi y contra mi intromisión e impertinencia exclamando como Pilatos, cuando los judíos protestaban (según San Juan) por el INRI, colocado en lo alto de la Cruz: “O yéypaoa, yéypaoa”.-Según nos insinuó Unamuno, en una conferencia, las características de las autoridades parecía condensada en los versos de esta cuarteta de nuestros clásicos: Procure siempre acertalla .-El honrado y principal, Mas si la llegare a errar, Mantenella y no enmendalla.” Acabando la carta en los siguientes términos: “A buen seguro que tanto en Osuna, como en Estepa, encontrará latinistas que dominen a la perfección la materia y debe consultar el caso antes de proceder a la corrección. Mi conocimiento es somero, menguado y deficiente”.Esta carta, según me contó mi Abuelo, fue enviada a la Real Academia que contestó: Lleva toda la razón este Cultísimo Señor. Sin embargo el Alcalde optó por “Mantenella y no enmedalla “. Con el tiempo, otro edil estepeño y por acuerdo de la Corporación Municipal, retiraría el rótulo CARNECERÍA para poner en su lugar el de DON ANTONIOAGUILAR Y CANO, otro Ilustre de nuestros personajes que escribiera el MEMORIAL OSTIPENSE.
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