PREGÓN DE LAS III-FIESTAS SANTIAGUISTA DE ESTEPA
IGLESIA DE SANTA MARÍA LA MAYOR, DÍA 12.DE SEPTIEMBRE DE 2010
Pregonero: Rafael Romero Jiménez.
Señor Alcalde, Señor Delegado Provincial de Turismo de la Junta de Andalucía, Autoridades, Señoras y Señores.
Un pregón, es la promulgación o publicación, que en voz alta se hace en los sitios públicos, sobre algo que conviene que todos sepan y que suele ser ignorado.
Cuando Don Ezequiel Díaz Fernández, Delegado del Patrimonio de nuestro Ayuntamiento, me comunicó en nombre de nuestro Alcalde, y del Consistorio que preside, que habían pensado en mi persona para encomendarme la noble tarea de ser el Pregonero de las Fiestas Santiaguistas de 2010, acepté con mucho gusto, pese a que un servidor no reúne los conocimientos literarios o más bien, yo diría poéticos, para desarrollar esta proclama o pregón como habitualmente se viene haciendo, sin embargo acepté porque pensé que el Consistorio me había escogido a mí, a sabiendas de que gran parte de mi vida la estoy dedicando a la investigación y al estudio de la historia de nuestro pueblo.
Por eso hoy estoy, aquí para dar a conocer o enseñar el fruto de mi cosecha; no sin antes comunicar que lo mío es la didáctica, es decir la enseñanza y desde ésta perspectiva desarrollaré mi discurso, lo que viene a significar que mi parlamento, será más bien una lección de historia por la que referiré hechos y acontecimientos de nuestra Villa durante la Encomienda Santiaguista, efemérides que nuestro pueblo mediante un escenario singular “in situ”, rememora en esta festividad, recordando a Comendadores, Alcaides, Regidores, Alguaciles, Freires, Señores, Caballeros, Hijosdalgo, Clérigos, Vicarios, Religiosas, Labriegos y aquellos Mudéjares y Moriscos estepeños que si bien no vivieron en el Castillo, ocuparon las cuevas en la línea fronteriza extramuros, delante de las murallas, que recibieran el nombre de ORÁM dicción que investigada desde una perspectiva estrictamente filológica, corresponde a la dicción hispano latina, “ora, orae”, que significa orilla o frontera, palabra que en su evolución fonética del latín al romance o aljamía usado entre los mozárabes quedó en ORAM , palabra sinónima a la hispano árabe ARRABÁD, barrio fuera del recinto de la población a la que pertenecía.
Es un honor para mí, el desarrollar este Pregón en ésta Iglesia de Santa María; entre otros motivos porque guardo de ella muy gratos recuerdos, de cuando en mi primera infancia disfrutaba con los niños de mi época, de los actos litúrgicos que tenían lugar en este Santo Recinto, y porque voy a tener la oportunidad, de explicar parte de nuestra historia partiendo de elementos iconográficos que desde los tiempos del Maestre Don Enrique, el Infante de Aragón, se guardan aquí, desde hace aproximadamente cinco siglos y medio
Permítanme, que entrando en la literatura de los Siglos XVI y XVII, les lea, sin cambiar un ápice, lo que se escribiera sobre nuestra Villa, por aquellos entonces. (FIG.1)
Lectura que hago desde de la obra titulada “Población General de España, sus Trofeos, Blasones y Conquistas Agradables“, enciclopedia que publicara en 1.645, el Historiador de estos Reinos Don Rodrigo Méndez Silva, resumen de lo que escribieran otros autores antes de que viera la luz esta publicación, entre los que podemos citar a Morales, Medina y Mesa, Bleda , Rodrigo Caro y Haro.
VILLA DE ESTEPA, CAPITULO LXXV
(FIG..2)
“Distante de Écija cinco leguas, en un collado, se vee la villa de estepa, cercada de muros, con hermoso palacio, habitación de sus dueños; fertilísima de pan, vino aceite, frutas, y casas ; que tiene mil y quinientos vecinos, divididos en dos parroquias, otros tantos conventos de frayles, y uno de monjas franciscas. sus armas se ven esculpidas sobre las puertas, en escudo cinco hojas verdes de higuera, campo dorado, divisa de los Figueroas, (FIG.3) por ser alcaides della:y como fue de la orden militar de Santiago, se descubre también la espada desta inclita milicia.Parecen, además desto, en el Pendón de nuestra señora de la Cabeza unas flores estepas, aludiendo a su nombre: no se han podido averiguar más noticias, y así queda a su elección usar las que quisiere. Cimentarónla celtiberos según se colige de nuestras historias.después la poblaron romanos, llamándola conforme a Titolibio, y Apiano, Astapa, corructo Estepa. Sucedió adelante, que por confederada de cartaginentes, dieron sobre ella Cipion, y Lucio Marcio, sitiándola estrechamente; de modo, que obligó a sus moradores, después de memorables, heroicos esfuerzos, defendiendo la patria, a juntar en la plaza los tesoros, y riquezas con gran cantidad de leña seca, para quemarlo, poniendo encima niños, y mugeres, dexando orden a cincuenta soldados, que a cierta seña, viendose en los últimos trances, encendieslen el fuego; con que salieron casi desesperados, como fieras rabiosas, haciendo en los enemigos grandes estrasgos: mas siendo tan poco el número, no bastó a la multitud romana, y frustaronse tan bizarros arrojamientos: y avisando a los de dentro, brevemente se resolvió en pavesas y cenizas esta opolentisima republica. de modo que entrándola los contrarios, no encontraron persona viva, no cosa de que triunfar, quedando absortos, admirando el horrendo espectáculo y constaancia española, no menos prodigiosa, estupenda, y rara, que la Sagunto, Numancia y Calahorra. desta suerte permaneció desierta, en sitio llamado estepa la vieja, dos leguas distantes de la que después pobló , donde oy se vee ; levantada, según presumo , por los moros, en cuyo dominio estuvo largas edades, hasta la conquista del santo Rey don Fernando III. año 1.240. que la mandó reedificar, y vivir de cristianos. es cabeza de marquesado, cuyo título dio el rey don Felipe II, a don Marcos Centurión, caballero genovés, una de las 28 casas ilustres de aquella señoría derivada del famoso italiano Juan Ursino, general de caballería de estas republica, que hizo asiento en ella el año 1.239.”
Fueron Veintisiete años los que nuestro Castillo de Estepa, una vez conquistado por Fernando III el Santo, estuvo bajo la jurisdicción de la Corona de Castilla, siendo su primer Alcaide Don Lorenzo Suárez Figueroa, más conocido como Lorenzo Suárez Gallinato afincado en Écija; hidalgo de origen gallego, natural de la Torre de Figueroa en Abegondo, cerca de la población de Betanzos, segundón de su familia, que salió de su tierra a probar fortuna. Apareciendo en 1224 como alférez de Alfonso IX de León, participando en las campañas extremeñas con este monarca y junto a San Fernando en la de Estepa, y en el sitio de Sevilla. Personaje a quien todos los Nobiliarios de Castilla hacen progenitor de la Casa de Figueroa, hijo de Suero Gómez Gallinato y de María Gómez de Sotomayor, casó con Doña Constança Bermúdez Prego de Montaos, ascendientes de don Gómez Suarez de Figueroa, Caballero de la Orden de Santiago, que en 1.345 fuera Comendador del Castillo de Estepa, de cuyo matrimonio con Doña Teresa de Córdoba , hija del Rico-home Alonso de Córdoba y de Doña Urraca de Aguilar viniera al mundo en Écija en 1344 Don Lorenzo Suarez de Figueroa que desde 1.387 a 1.409 fuera Maestre de Santiago, aquel en cuyo maestrazgo se construyera la Torre del Homenaje de Estepa y fuera el progenitor de la Casa de Feria.
Don Lorenzo Suarez de Figueroa, Gallinato, es el primer Suarez de Figueroa que blasonara con sus armas la puerta del Castillo de Estepa por ser su primer Alcaide, regiduría que administrara bajo el mandato de Señor de Estepa Don Manuel, hermano menor de Alfonso X y padre del célebre escritor el Infante Don Juan Manuel, el que en su obra “EL CONDE LUCANOR”, ensalzara a nuestro Don Lorenzo Suárez de Figueroa “Gallinato”
Es Don Lorenzo Suarez de Figueroa, Gallinato, el Señor al que se refieren los libros antiguos, el primero de los Figueroas que hiciera ondear su estandarte con las cinco hojas de higuera verde en campo de oro en nuestra Fortaleza y que sus antepasados ganaran en tierras galaicas al libertar a las “CIEN DONCELLAS”.
Por una investigación o estudio que hice en las Relaciones Genealógicas de la Casa de los Marqueses de Trocifal, Condes de Torresvedras , su Varonía Zevallos de Alarcón, y por la Casa de Medinacli, y primer apellido Suárez, supe: “que en tiempos de “Ruy Fernández Barba” Rico home súbdito del Rey don Fernando IV y heredero de la antigua casa de los Barbas, al que todos los genealogistas conforman que es el progenitor de la Casa de Figueroa.
Fue Ruy, Fernández Barba, aquel , que en ocasión de la paga del tributo de las cien doncellas, junto con otros caballeros, él acometiera a los Moros que las llevaban prisioneras al PETOBURDEL, lugar llamado así, porqué en él vivían de ellas, y los venciera, quitándoselas; y en memoria de este hecho, siendo de antes las armas de los Barbas una espada atravesada en campo verde, añadieron a ellas cinco hojas de higuera, o fuese por haber muchas en el lugar donde pelearon con los Moros, o porqué las armas con que lo embistieron fueron los troncos de ellas, contándose que la antigüedad de este suceso no tiene otro apoyo, que la tradición.: y todos los que la refieren atribuyen este hecho al progenitor de los Figueroas y no hay duda de distinta varonía con la de Barba, juntándose después las dos y proceden Barbas, Figueroas del que por tradición asentada, obró tan valeroso hecho: y así siendo cierto, que Ruy Fernández Barba es el progenitor de la Casa de Feria y primer portador del blasón de las cinco hojas de higuera.
Sin duda, el tributo de las Cien Doncellas es un tópico historiográfico de la Reconquista, que tanto si fue así, como si no, representaba la supremacía del Emirato de Córdoba sobre el reino de Asturias entre finales del Siglo VIII y IX.
(Fig.3)
Era un 29 de septiembre de 1.267, cuando el decimocuarto Maestre de la Orden de Santiago don Pelayo Pérez Correa, recibiera de la Corona de Castilla, la Fortaleza de Estepa con todos sus términos, sin embargo existe un documento, según por el cual tenemos conocimiento que la donación del Castillo de Estepa, se llevó a efecto previa permuta entre Alfonso X el Sabio y la Orden de Santiago, de los Castillos de Ayamonte y Alfayat de la Peña por el nuestro y el de Reina que no eran de la Encomienda, pasando los dos primeros a la Corona de Castilla y los de Estepa y Reina a la Orden de Santiago, lo que en cierta manera, puede estar justificado cuando se sabe que mediante el Tratado de Badajoz de fecha 16 de febrero de 1.267 entre los Monarcas Alfonso X el Sabio, y su yerno Alfonso III de Portugal, el Castillo Santiaguista de Ayamonte era la clave definitiva para conformar la frontera entre los dos reinos, ya que dicho convenio reconocía la integración del Reino del Algarve en la Corona de Portugal, y los territorios al este, del Rio Guadiana en la de Castilla, por lo que Ayamonte y sus términos pasaron a ser de jurisdicción definitiva del Reino Castellano.
¡Abrase con ligereza!
la puerta de la Coracha
para que entre don Payo
con su gente y realeza.
A vos, don Payo, yo espero
en el Castillo de Estepa,
para entregaros la llave
desta antigua fortaleza.
Suenen trompas y tambores.
Timbales y chirimías.
que es motivo de alegría.
y al Maestre los honores.
¡Hágase música y baile!
corra el vino y buen yantar.
las fanfarrias los juglares.
¡ Y la Villa a celebrar ¡
En el castillo moaxajas.
poetas y trovadores.
Las cantigas y las jarchas:
para los grandes señores
Yo proclamo correr voz.
por los confines lo sepan.
A Santa María y Santiago
les ofrezco el gran honor.
y torreones de Estepa
¡Colgaduras y estandartes!
engalanen la muralla.
la bandera santiaguista.
en la más alta atalaya.
y torreones de Estepa
¡Colgaduras y estandartes!
engalanen la muralla.
la bandera santiaguista.
en la más alta atalaya.
que le han concedido a nos.
ser el Maestre de Estepa.
Banderas y banderines
escudos de la nobleza
ondean en las murallas
y torreones de Estepa
¡Colgaduras y estandartes!
engalanen la muralla.
la bandera santiaguista.
en la más alta atalaya.
La Orden de Santiago fue una institución militar y religiosa nacida durante el siglo XII en el Reino de León.
Su origen es confuso, dado su doble carácter. religioso y militar.
En un principio, fue fundada en el año de 1.151 en el Reino de León por don Pedro Fernández de Fuenteencalada, Caballero del que ni las bulas ni los documentos de su época le dan sobrenombre alguno ni más apellidos
Presto viosele contra los moros talar la comarca de Cáceres, y unido a Fernando II de León hacia Coria y después contra Cáceres hasta su rendición por lo que se llamaron Caballeros de Cáceres”
Cuentan que eran doce los caballeros, que arrepentidos de la vida libertina que hasta entonces habían llevado, los que se unieron bajo un estandarte y unos estatutos, formando una congregación para defender a los peregrinos, caminantes en oración al sepulcro de Santiago en Galicia.
Fernando II les confió la defensa de la ciudad de Cáceres, tomando el nombre de “caballeros de Cáceres”, adquirieron bienes y poseyeron territorios, con lo que llegaron a formar una especie de diócesis con capitalidad en Uclés, perteneciendo a ella, parte de la actual provincia de Ciudad Real, Cuenca y Toledo,
Alfonso VIII de Castilla, cedió Uclés al fundador de la orden con el fin de que se estableciera allí y defendiera la frontera, según escritura real extendida en Árébalo el día 3 de enero de 1.174, debiendo anotarse que Uclés siguió ocupada por la Orden hasta los tiempos de los Reyes Católicos.
La fundación religiosa, lo fue en el año de 1.175, mediante bula otorgada por el Papa Alejandro III y los caballeros, a partir de aquí recibieron el nombre “caballeros de la Orden de Santiago, que aceptaron los votos de pobreza y obediencia; bula que recomendaba el celibato, pero no el hacer votos de castidad.
Con la muerte de don Alonso de Cárdenas en 1.499, los reyes católicos se declararon administradores perpetuos de la orden de Santiago; agregando su maestrazgo a la Corona de Castilla
Fueron 40 maestres , los que rigieron la Orden de Santiago y fue el portugués don Pelay Pérez Correa, el decimo cuarto maestre, el que tomara las riendas de la Encomienda Santiaguista de Estepa.
Los extremeños dicen de don Pelay, que fue el Cid de la Baja Extremadura, que sin duda les llevó el premio, el privilegio de Santa Eulalia a Mérida y, desde aquí yo exclamo que a Estepa nos trajo Santa María.y nuestro pueblo está en deuda con él, porqué apenas nos acordamos “que don Pelay Perez Correia” fue el Primer Caballero de la Orden de Santiago que enarbolando el estandarte de San Yago, lo colocó en el lugar mas alto del Castillo de Estepa, .
Entraron a tropel los caballeros
puertas, murallas, barbacana, y puente
la villa de Estepa fue presente
la entrega al Maestre de sus fueros.
De alcaide a freire de señor a señor
fuerte abrazo y entrega de la villa
postrando en tierra la rodilla
don Pelayo al cielo agradeció.
Rezos a la Virgen y Santo del día
alabanzas y gracias a Santiago
oró el Maestre, Señor de Tentudía.
Caballeros curtidos en batallas
lágrimas retenidas en los ojos
enorme corazón bajo las zayas..
Es sin duda don Pelayo Pérez Correa, uno de los maestres que más impulso dieron a la Orden de Santiago, un personaje envuelto en la niebla de la distancia temporal, pero aureolado aún por sus hechos y hazañas insólitas.
Sus biógrafos, dicen de él , que es merecedor de renombre y fama inmortal, por su habilidad en el uso de las armas, como por moderado, y sabio, muy devoto y temeroso de Dios.
Paio Peres Correia, nombre lucitano de Pelayo Pérez Correa, viene al mundo en 1205 en el seno de una noble familia, en Monte de Fralàes en Portugal. sus orígenes como guerrero conquistador los encontramos en Alcácer do Sal en 1228, donde participó en la toma de Alentejo. fue, conquistador de Mértola, primo hermano de don Gonçalo Yáñez , a quien en tiempos de su maestrazgo le donara un lugar llamado los Padrones, territorio al que después cambiaría el nombre por el de Aguilar, a partir de cuyo momento en 1.274, se llamó don Gonzalo Yáñez de Aguilar, Señor del Puente de don Gonzalo.
Pelayo Pérez Correa, caballero profeso en la Orden Militar de Santiago, fue investido para el supremo cargo de Maestre, treinta y tres años antes de su fallecimiento, acto que tuvo lugar en capitulo celebrado en Mérida, tomando las riendas de aquel conjunto de caballeros, mitad monjes y mitad soldados que integraban la milicia del Señor San Yago, falleciendo en la Casa de Uclés después de su fructífero y largo mandato un 8 de febrero de 1.275
Por ser don Pelayo Pérez Correa, el Maestre de la Orden de Santiago, la persona a la que Alfonso X de Castilla le donara en fecha 29 de septiembre del año de 1.267, correspondiente 24 de septiembre de 1.305 del calendario juliano, el castillo de Estepa y sus extensas tierras, y porque creo que su figura no es lo suficientemente conocida en Estepa, hagamos que su figura ocupe el lugar principal en este Pregón de las Fiesta Santiaguistas de nuestro pueblo, no sin antes leer de una manera somera algún fragmento de aquel importantísimo documento de la donación que comenzaba así:
Sepan cuantos este privilegio vieren, como nos don Alfonso, por la gracia de Dios, Rey de Castilla,de Toledo, de León, de Galicia, de Córdoba de Murcia, de Jaén, de Algarve: en uno con la reina doña Violante mi mujer y con nuestros hijos el infante don Fernando, primero y heredero y con don Sancho y don Juan.por gran favor que havemos de hacer bien y merced a la orden de Cavalleria de Santiago y por los servicios que nos hicieron y haran, damos y otorgamos
A don Pelay Perez, maestre de la mesma orden y a todos los frailes que agora son y a los que seran daquí adelante por siempre jamas el castillo de Estepa con todos sus términos, con montes, con fuentes, con rios, con pastos, con todas sus entradas y salidas y con todas sus pertenencias, que lo aya todo libre y quito por juro de heredad para siempre, para hacer de ello lo que quisieren, como de lo que es de su orden; en tal manera que non puedan dar, ni enagenar en ninguna manera a ome que sea fuera de nuestro señorio, ni a otro, mas que finque siempre de la orden para hacer juicio del a nos y a todos aquellos que reinaran despues de nos en Castilla y en León; e que haga en de guerra y paz, en todo tiempo por nuestro mandato. Etc.etc..
Más adelante , prosigue el documento :
Y porque esto sea firme y estable mandamos sellar este privilegio con nuestro sello de plomo. Hecho el privilegio en Sevilla por nuestro mandado, sabado venticuatro dias andados del mes de septiembre en era de mil trescientos y cinco años, fecha del calendario juliano, equivalente al día 29 de septiembre del mentado año de 1.267 del calendario actual o gregoriano.
Seguidamente es signado este privilegio por la casa real, los obispos de las diócesis del reino, maestres de las órdenes religiosas, nobles , en el año doceno que el Rey don Alonso reinó.
Y así, quedó constituida la Encomienda de Estepa con el Castillo, La villa y sus tierras, donde años adelante se fueron levantando varios pueblos, siendo el primero de ellos Pedrera, después Herrera, Sierra de Yeguas, La Roda , Lora de Estepa, Gilena, Marinaleda, Matarredonda, Corcoya, Casariche, Aguadulce, Badolatosa, La Alameda y Miragenil; Encomienda que duró hasta el año de 1.559.
Por ser e don Pelayo el primer maestre de nuestro castillo, deseo de una manera expresa dejar constancia de que en 1236, es reconocido como comendador del conventual y señorío de Mérida, en virtud de sus grandes méritos y éxitos militares.
El año de 1241.- el rey Fernando III lo nombra Comendador Mayor y Prior del Real Convento de Uclés, sede de la orden.
tras el fallecimiento del Maestre don Rodrigo Iñiguez de Cárcamo, en 1.242, es nombrado por los trece de la orden, en capítulo celebrado en Mérida, a los pies de Santa Eulalia, Maestre de Santiago, o sea, jefe y cabeza de la orden.
A partir de este nombramiento, comenzamos a conocer, el porqué las crónicas ya escriben sobre él, aunque poco concretas las campañas y conquistas realizadas por el poder de su brazo: toma Usagre, Llerena, Segura, Reina, Montemolín, Calera... “con otras fortaleças del valle”.
Las trompetas de la fama extienden su nombre por todas partes, atribuyéndole hazañas portentosas y milagros realizados por su intercesión.
En 1243, Señor de de Usagre, conquista Murcia, acompañando al entonces infante don Alfonso.
En el mes abril del mismo año el rey Fernando III, le da instrucciones para que realice penetraciones armadas en los territorios ocupados por los sarracenos, defendiendo la posesión de la parte occidental del reino de Murcia. se le concede la propiedad del castillo y señorío de Alange.
En 1248 recibe el señorío de Montemolín, con sus términos y dependencias y se produce la toma de Sevilla. ganando grandes laudos y la amistad del rey, pocos días antes había peleado contra la morisma que ocupaba los montes y estribaciones de sierra morena, por las partes de Calera.
Entran en el terreno de la fantasía y lo legendario, otros varios sucesos milagrosos conseguidos por la fuerza de su fe, como el del llamado “manantial de la amistad”. en que, estando el Maestre recobrándose de una herida de flecha enemiga, al no tener agua en el campamento, pasó una sed espantosa, mitigada por la intervención del moro Omar, que, al poco, fue asesinado por unos soldados envidiosos por la amistad con el gran maestre.
Ante su tumba, don Pelayo rezaba así:
“¡descansa en paz, amigo Omar, que tu dios Alá te de la gloria! Ojalá llegue el día, en que los hombres puedan vivir juntos, sea cual sea su dios y su color”.
Clavó su espada en tierra, y de la brecha brotó un manantial inagotable de agua transparente y cristalina
¡Virgen, valedme, valedme
y a mi hueste generosa!
que soldados y caballos
mueren de sed matadora.
Esta es la fuente que, por mandado del rey San Fernando, alumbró el maestre don Pelay Pérez Correa en 1248.
En este mismo año de 1248, el 22 de diciembre, llevando en su mano el estandarte de su Orden Santiaguista, en cuya enseña ondeaba el “lagarto” rojo de la cruz, entra como alférez real en la ciudad de Sevilla, abriéndose paso entre las multitudes asombradas. con la caída de ésta ciudad bética, se derrumba uno de los más poderosos reinos taifas.
En 1252.- a la muerte de don Fernando III, el santo, ocupa el trono su hijo, el infante don Alfonso , que confía a don Pelayo importantes papeles en la reorganización del reino.
En 1265.- lo vemos con Jaime I, que había venido a prestar su valiosa colaboración al rey de Castilla, a petición de su yerno el infante don Alfonso, en la conquista de Murcia y sus tierras.
Corría el día 14 de abril año de 1257, cuando le es concedida la orden la villa de Aledo y Totana, “con todas sus aldeas y términos”.
“yo don Alfonso..., en uno con la reina Violante mi mujer..., quiero facer bien y merced a don Pelay Pérez Correa...y a la Orden de Uclés, por los muchos servicios que me fiçieron, doyles y otórgoles Aledo y Totana, con todas sus rentas, aldeas y términos...” etc.
“Los santiaguistas, entran y se posesionan en Aledo y Totana el 10 de diciembre de 1257 , día en que se conmemora la muerte de la Virgen Mártir de Mérida, consagrando el acontecimiento a la Niña Santa
en 1269 acompaña al rey Jaime I a una expedición armada para la conquista de Tierra Santa, a instancias de Alfonso X el sabio, con una flota “de treinta naves gruesas y algunas galeras
El día 8 de febrero de 1.275 , muere en Uclés, después de 33 años de maestre de la orden; su cuerpo fue enterrado primero en Talavera de la Reina y más tarde en el monasterio de Santa María de Tentudía.
Conocido es el milagro de Tentudía, en el que, por la mediación de sus piadosas súplicas, la Virgen, manda detener el curso del día, hasta conseguir vencer y expulsar al enemigo de aquellas montañas. en recuerdo de éste y otros hechos milagrosos, fundará luego el monasterio de Santa María de Tentudía, que aún da testimonio del suceso, sobre el monte más alto, (1.104 m.) y cuyo edificio quedó instaurado por bula del Papa León X en 1514.
Cuentan las crónicas medievales que en los intermedios del siglo XIII, aunque otras fuentes sitúan el relato en 1.173, las tropas de Fernando III el santo, avanzaban imparables hacía Córdoba y Sevilla. cuando el monarca ordenó a Pelayo el ataque al enemigo que se habían hecho fuertes en las cimas de la Sierra de la Calera, libró con ellos una batalla tan feroz, que al anochecer, todavía la victoria no se decidía por ninguno de los dos bandos. temiendo el caballero cristiano que la oscuridad sirviera de aliada a los enemigos , pidió a la virgen que detuviera el curso del sol gritando:
¡Santa María, detén tu día¡
¡Santa María, detén tu día¡
Todos pudieron comprobar asombrados que el sol se quedaba parado en el horizonte y los cristianos, con la certeza de que el cielo estaba de su parte, realizaron nuevas cargas contra los moros, obligándonos a huir tras causarles numerosas bajas.
Con esta hazaña, las huestes de Pelayo consiguieron liberar los pasos de Sierra Morena y conectar con los ejércitos andaluces.
En memoria de este prodigio, el caballero Pelay Pérez, construyó en la cumbre un templo a la Madre de Dios bajo la advocación de “Santa María” a partir de cuyo momento, es conocida como la iglesia, de Santa María de Tentudía y en su escudo nobiliario figuró desde entonces el sol y la luna, protagonistas de aquel milagro.
Fue tal la devoción la devoción que tenía Pelayo en la Madre de Dios, que no hay pueblo alguno de los que él tomara posesión, donde no haya iglesia con advocación a Santa María, y como no podía ser de otra manera, al recibir nuestro castillo, lo primero que hizo fue poner este templo bajo la protección de la madre de dios.
Con el paso del tiempo, y ya pacificado el territorio, sobre todo a partir de la conquista de Antequera en 1.410 y, después definitivamente de la de Granada en 1.492, la gente de esta tierra va formando núcleos de población que no necesitan acogerse al abrigo de las murallas protectoras de la fortaleza estepeña, y entonces ya parroquia Santa María, dará a luz a todas las parroquias que van surgiendo en la comarca, hasta llegar a número de catorce, por cuyo motivo, esta iglesia recibe el nombre de Santa María la Mayor y Matriz”.
Recinto santo, donde hoy me complace dedicaros esta proclama, manantial cristiano por el que mana historia por sus cuatro costados, gestas que protagonizaron maestres, comendadores, alcaides, freires, señores, marqueses y vicarios, y que tiempos después se ganara el sobrenombre de la “Vicaria Velle Nullius” es decir, “verdaderamente de nadie”
Por todos es sabido que ésta Iglesia de Santa María, en origen era una mezquita del siglo X, edificándose sobre ella una iglesia mudéjar en el siglo XIII y que su puerta principal, a los pies del edificio pertenece a la época islámica, lo que me induce en función los símbolos iconográficos que guarda, a dar contenido histórico a los siglos X y XIII , al advertir, que si bien don José Fernández Flores intenta aproximarse a la posible fecha de su construcción, otros estudiosos de nuestra historia, no se han atrevido a determinarla, entre otras razones por no existir documentación que lo avale, sin embargo sus artífices nos legaron una serie de mensajes iconográficos que sin duda pueden orientarnos al respeto, y es que como decía el arqueólogo alemán, Walter Andrae:
”El que se asombre de que un símbolo formal pueda no sólo permanecer vivo, durante milenios, sino también retornar a la vida después de una interrupción de miles de años, debería recordar que el poder del mundo espiritual, del que forma parte el símbolo es eterno”
Y así como el gran maestre don Lorenzo Suárez de Figueroa, el que mandara levantar en el castillo de Estepa la Torre del Homenaje, dejó constancia de su linaje, al tallar en sus piedras las cinco hojas de higuera, su sucesor don Enrique, el infante de Aragón deja para el recuerdo en ésta Iglesia de Santa María, unos símbolos iconográficos que vienen a descubrirnos unos pasajes de nuestra historia, que si bien no los ha mencionado nadie, están aquí representando un pasado glorioso que iniciara don Pelayo Pérez Correa, el maestre, que bajo el signo de la cristiandad y bajo el estandarte de la orden de Santiago tomara las riendas del castillo de Estepa y bajo su mandato consagrara este templo a Santa María.
Es a partir de entonces cuando se comienza la gran obra que culminará el maestre don Enrique, lo que viene a confirmarnos que tuvo lugar a mediados del siglo XV, poco después de la conquista de Antequera como así lo confirma el primer medallón iconográfico que vemos en el techo a la altura de San Pedro del que después tendremos ocasión de hablar.
Al entrar en este templo por esta puerta de mi derecha,(Fig. 4) basta mirar al techo, para ver un medallón con la media luna y el sol, es el escudo del maestre don Pelayo Pérez Correa, blasón que ganara en la Batalla de Tentudía , significando este símbolo en este santo recinto , que fue éste gran maestre, el primero de los maestres de la orden de Santiago ,que recibiera la Encomienda Santiaguista aquel 29 de septiembre de 1.267 y bajo cuyo mandato se consagrara este templo.
(FIG.5)
Más adelante , vemos un segundo medallón con las iniciales “IHS” es el monograma del nombre de Jesucristo, desde el principio de la cristiandad, el nombre sagrado de iesous christos (Jesucristo) se abrevia, entre otras de esta forma, Es una inscripción griega transmitida a la iglesia latina.
Abreviatura que se llegó a conocer en toda Europa, como el símbolo de la Eucaristía. Fig.6) Es sin duda el emblema de la cristiandad que propagara San Bernardino de Siena como devoción a la eucaristía, santo que llevaba consigo una tablilla mostrando la alegoría con rayos saliendo de ella, que tiempos después adoptara San Ignacio de Loyola y que aquí lo vemos como el signo de la cristiandad o como lo llamaban en la edad media “nomina sacra” , bajo cuyo nombre se posesionaron los Caballeros de la Orden de Santiago con su Maestre don Pelayo Pérez Correa al recibir el castillo y villa de Estepa.
(FIG.7) El tercer medallón
Es la '''Cruz de Santiago''' es una cruz latina de gules simulando una espada, con forma de flor de lis en la empuñadura y en los brazos. se dice que su forma tiene origen en la época de las cruzadas, cuando los caballeros llevaban pequeñas cruces con la parte inferior afilada para clavarlas en el suelo y realizar sus devociones diarias
Las tres flores de lis representan el ''honor sin mancha'', que hace referencia a los rasgos morales del carácter del Apóstol
Las veneras eran la prueba de que los peregrinos habían hecho el camino de Santiago; en la edad media la Ruta Jacobea no acababa en Santiago de Compostela, sino que continuaba hasta Finisterre, donde allí los peregrinos, cogían una venera que llevaban de vuelta cosida en sus esclavinas que era la prueba de su peregrinación.
La espada representa el carácter caballeresco del apóstol Santiago y su forma de martirio , ya que fue decapitado con una espada. también puede simbolizar, en cierto sentido, tomar la espada en nombre de Cristo y en resumen representa la posesión de este territorio bajo la advocación de Santiago.(Fig.8)
(FIG.9)
Este medallón que vemos a mi izquierda en el techo, a la altura de san Pedro Papa, pertenece a la Orden de Caballería de la Jarra, también llamada de la Terraza, y el motivo por el que está aquí, está íntimamente relacionado con el gran maestre de la orden de Santiago, el infante don Enrique de Aragón, sucesor que fuera de don Lorenzo Suárez de Figueroa.
Esta divisa pertenece a la primera orden de caballería de España y una de las más antiguas del continente Europeo, a la pertenecieron los reyes de Navarra, sus descendientes y la nobleza mas distinguida de la corte.
Se cuenta, que el rey don García Sánchez III, “el de Nájera” que reinara entre los años de 1.035 a 1.054, una mañana, fue de cacería con su halcón, cuando se levantó una perdiz que perseguida por la rapaz, fue a refugiarse en el interior de una oscura cueva casi cubierta de maleza cerca de la Peña de Nájera. Cuando el monarca entró en la caverna, se encontró con un altar iluminado por una lámpara y encima una imagen de Santa María con un Niño, a cuyos pies y a ambos lados reposaban tranquilamente el halcón y la perdiz, detrás de una jarra con azucenas, el nombre de la terraza es porqué en la edad media a las jarras les llamaban terrazas.
Alrededor del año de 1.040, el rey don García, fundó la Orden de la Terraza y sobre la cueva erigió el Monasterio de Santa María la Real de Nájera, lugar donde se encuentran los panteones de los reyes de Navarra y el símbolo de la jarra con las azucenas, orden militar de caballería que fuera conocida como la Orden de la Jarra, Orden de la Terraza y el Grifo y Orden de las Azucenas
Corría el año de 1403 , cuando don Fernando, el infante de Castilla volvió a refundar la Orden de la Jarra, en un acto solemne como hiciera en sus tiempos un 15 de agosto día de la Asunción de Nuestra Señora, don García de Nájera.
Tiempos después y ya en 1.410, con motivo de la conquista de Antequera honró a todos sus hijos con la divisa de la Orden, entre los que estaba el infante don Enrique, que fuera Maestre de la orden de Santiago, por cuya razón tuvo a bien dejar constancia en nuestro templo, lo que viene a confirmarnos que la obra finalizó antes de 1.445, divisa esclarecida de la Virgen, que fue imponiendo por su orden a muchos caballeros válidos suyos, llegando a ser tan estimada en toda Europa que la portaron con orgullo, .emperadores y los más principales de Alemania, Austria, Hungría, Polonia y Lituania, , (FIG.10-9).donde un servidor pudo verla en el castillo de Malbork, sede del gran maestre de la orden de los Caballeros del Hospital de Santa María de Jerusalén, o Caballeros Teutónicos, situado en el norte de Polonia y también en otros de mis viajes, tuve la ocasión de verla en el castillo de Trakai , sede del caballero Vitautas, gran duque de Lituania, contemporáneo de don Fernando el de Antequera, fortaleza que en 1.409 comenzara su padre Kestuitis y la acabara él en 1.430, Gran Duque que recibiera la divisa de don Fernando. Es la misma jarra que don Fernando, el padre de don Enrique, el Grán Maestre de la Orden de Santiago legara como pendón, escudo y medalla a la ciudad de Antequera.(FIG. -11-12)
He aquí el medallón que alude a Estepa,(FIG.13-) y no es porque yo lo diga, sino porqué en nuestro pueblo en tiempos anteriores al Tercer Marqués, era una creencia muy generalizada el relacionar al nombre de Estepa con el de la flor stippa, cistacea muy propia de nuestra geografía (FIG. 14-15), en la creencia de que la Villa le debía el nombre a esta jara, es la que refiere Méndez Silva y otros eruditos de finales de 1.500 y principios de 1600 por estar bordada en el pendón de la hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza, cofradía de San Sebastián en alusión, al nombre de la villa., es la flor de los cinco pétalos que tanto abunda por nuestros contornos y que sus matas utilizaban los panaderos estepeños para cocer el pan y los piconeros para hacer el picón, aparte de otros menesteres.
Convicción tal, que incluso el consistorio de Estepa aceptó, cuando vemos que hasta el año de 1.868 vino utilizando desde tiempos remotos como escudo del Ayuntamiento y la Alcaldía, como leemos en un interesante documento extendido por el Alcalde con su puño y letra que se expresa en los siguientes términos:
(FIG.16)
“Estos sellos vinieron usándose desde época remota hasta el año de de 1.868 en que se sustituyeron por el que actualmente se usa y se ignora el origen que tenga y lo que representa el escudo que hay en su centro.-Estepa 4 de diciembre de 1.876.-firma ilegible del alcalde.
Este certificado se halla depositado en el departamento de sigilografía del Archivo Histórico Nacional del Ministerio de Cultura, en Madrid.
(FIG.17)
No deja de sorprender la argumentación del edil sobre el significado del escudo que hay en el centro, cuando se ve claramente que es una mata repleta de flores estepas sin duda alusiva al nombre de la Villa de Estepa en la creencia de de que nuestro pueblo debe su nombre a esta flor.
Por otro certificado de igual data, que junto al anterior se halla también en el Archivo Histórico Nacional, sabemos que estos escudos fueron sustituidos el mismo año de 1.868 y por supuesto a partir del día 4 de diciembre de 1.878 ,por el escudo institucional que desde entonces se viene usando por nuestro consistorio.( Fig..18)
El ultimo medallón iconográfico, es el sol que representa a Écija, (FIG.18-19) símbolo que nos recuerda al Conventus Astigitanus, Ciudad del Sol, que tantísimo tiempo en la historia compartió el destino con nuestro pueblo, hasta que un veintiseis de enero, de la era, como dice el documento, de mil trescientos y cuarenta y cinco se separó definitivamente de Estepa, me refiero al caxon 116 múmero 3 depositado en el archivo de Uclés, del amojonamiento de los términos de Estepa y de Écija.
Toda esta iconografía , que vemos aquí, legado de nuestros antepasados, podemos resumirla de la siguiente manera:
-Que el primer Maestre de la Encomienda de Estepa, fue don Pelayo Pérez Correa. (Fig.21-22)
-Que don Pelayo Pérez correa, fue el primer maestre que tomó posesión del castillo y villa de Estepa en nombre de Cristo.
-Que don Pelayo Pérez Correa, bajo el estandarte de la Orden de Caballería de Santiago, recibió el estado de Estepa, comprometiéndose con sus freires a defender la frontera
-Que ésta Iglesia de Santa María la Mayor, acabose durante el maestrazgo del Infante don Enrique, quien por aquellos días recibiese de su padre la divisa de la 0rden de la Jarra cuyo recuerdo dejó aquí para la posteridad .
-Que todo fue posible en el Castillo y Villa de Estepa, tan íntimamente ligada históricamente a Écija.
Amigos, Amigas:
Aquí en este montículo, en este Cerro de San Cristóbal, entonces vigía de la frontera nazarí y hoy, Corazón de Andalucía, quedó constituida la Encomienda Santiaguista de Estepa, con el castillo, la villa , sus tierras, por la que pasaron treinta y cuatro maestres: el primero, don Pelayo Pérez Correa (FIG.20-21) y el último don Alonso de Cárdenas ; veintidos comendadores: el primero conocido, don Juan Rodríguez y el último el estepeño don Cristóbal de Ossorio Porto-Carrero; los alcaides: don Lorenzo Suarez de Figueroa Gallinato, don Alfonso Gómes de Godoy, don Gonzalo Yáñez de Godoy, don Martin de los Ríos, don Martin Altamirano, don Alonso de Villarrubia, y don Diego Pérez de Aceijas, periodo comprendido entre los años 1.267 a 1.559 en el que fueron levantados los pueblos que siguen formando nuestra comarca, a excepción de Sierra de Yeguas y la Alameda que pasaron a la jurisdicción o provincia de Málaga y Miragenil que con el Puente de don Gonzalo es la actual Puente Genil de la provincia de Córdoba,
Encomienda que estuvo regida por la orden de Santiago hasta el año de 1.559 en que por autorización de los papas Clemente VII por bula expedida en 1.529 que fue después confirmada por Paulo III, en 1.536 y 5 de junio de 1.538, se trató de la venta , que no se llevó a cabo por oponerse los estepeños y la orden de la villa, y así quedó el asunto hasta 1.554 en que don Carlos I, al necesitar dinero para seguir su guerra contra el Papa Paulo IV y con el rey de Francia ordenó a su hijo Felipe II su venta.
Amigos, Amigas: así es la historia y hoy desde aquí concluyo este pregón que es un recuerdo para aquellos caballeros que durante casi trescientos años ocuparon este territorio legándonos gran parte del magnífico patrimonio que hoy los estepeños seguimos y seguiremos cuidando y nuestros visitantes pueden admirar, porque Estepa tiene mucho que ver.
Eran trece caballeros
por su fe y por su rey
acogiéndose a su ley
mitad monjes igual guerreros.
Capas blancas, vuelo al viento
sayas del mismo color,
¡gran humildad, gran valor!
roja cruz en pecho abierto.
Defensa de la alcazaba
obediencia a su maestre
altivos, mirada al frente
espada y cruz enlazada.
¡por Santiago Caballeros¡
Arengaba don Pelayo
Yelmo, coraza, caballo
Volviendo a los freires fieros.
Pelayo de pura cepa.
Pérez Correa, apellidos.
Elegidos, entre elegidos
¡PRIMER MAESTRE DE ESTEPA¡
He dicho.
Rafael Romero Jiménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario