Desde el Castillo de Teba, es espectacular el paisaje que desde allí se contempla, constituido mayormente por pequeñas lomas y ondulaciones ricas en cereales y olivar, destacando la Sierra de Peñarrubia. Al pie de la fortaleza,se disfruta del blanco y bello pueblo de Teba, con sus palacetes y viviendas señoriales, Conjunto Histórico Artístico, en el que destaca la Iglesia de de la Santa Cruz del Siglo XVIII.
Durante la dominación romana, Teba fue uno de los núcleos de población más importantes de la Bética. Se la llamó Attegua y estaba situada en el lugar que hoy llaman Teba la Vieja. Julio César en sus libros sobre la guerra civil, donde relata las luchas contra Pompeyo, hace una descripción sobre cómo se produjo la rendición de Attegua en febrero del año 45 a. de J.C. después de que el defensor de la ciudad, Numancio Flaco, asesinase a un gran número de habitantes. También se refieren a Teba, Hircio, el relator de la batalla de Munda en sus Comentarios, y Suetonio. A pesar de esto, son escasos los restos de época romana hallados en Teba la Vieja y en el castillo, reduciéndose a algunas monedas de los tiempos de Vespasiano y trozos de ánforas y vasijas de arcilla.
Durante la dominación árabe la ciudad fue trasladada al lugar que actualmente ocupa, siendo llamada Ostipo y Ostebba, de donde procede su nombre. El padre Mariana, en el Libro XV de su Historia General de España nos relata la conquista de la ciudad por Alfonso XI de Castilla el 20 de enero de 1389 [*], después de haber sufrido numerosas bajas las tropas cristianas. Crecido con esta victoria, Alfonso XI se lanzó a la conquista de Turón y de Ardales. Teba no volvió a pertenecer a los musulmanes, a pesar de los numerosos sitios que tuvo que resistir, sobre todo en época de Juan II. En aquel tiempo tenía una de las jurisdicciones más grandes de la región y de sus campos saldrían gran número de repobladores a otras zonas recién conquistadas.
2 comentarios:
Desde el Castillo de Teba, es espectacular el paisaje que desde allí se contempla, constituido mayormente por pequeñas lomas y ondulaciones ricas en cereales y olivar, destacando la Sierra de Peñarrubia.
Al pie de la fortaleza,se disfruta del blanco y bello pueblo de Teba, con sus palacetes y viviendas señoriales, Conjunto Histórico Artístico, en el que destaca la Iglesia de de la Santa Cruz del Siglo XVIII.
Seguirá.
Durante la dominación romana, Teba fue uno de los núcleos de población más importantes de la Bética. Se la llamó Attegua y estaba situada en el lugar que hoy llaman Teba la Vieja. Julio César en sus libros sobre la guerra civil, donde relata las luchas contra Pompeyo, hace una descripción sobre cómo se produjo la rendición de Attegua en febrero del año 45 a. de J.C. después de que el defensor de la ciudad, Numancio Flaco, asesinase a un gran número de habitantes. También se refieren a Teba, Hircio, el relator de la batalla de Munda en sus Comentarios, y Suetonio. A pesar de esto, son escasos los restos de época romana hallados en Teba la Vieja y en el castillo, reduciéndose a algunas monedas de los tiempos de Vespasiano y trozos de ánforas y vasijas de arcilla.
Durante la dominación árabe la ciudad fue trasladada al lugar que actualmente ocupa, siendo llamada Ostipo y Ostebba, de donde procede su nombre. El padre Mariana, en el Libro XV de su Historia General de España nos relata la conquista de la ciudad por Alfonso XI de Castilla el 20 de enero de 1389 [*], después de haber sufrido numerosas bajas las tropas cristianas. Crecido con esta victoria, Alfonso XI se lanzó a la conquista de Turón y de Ardales. Teba no volvió a pertenecer a los musulmanes, a pesar de los numerosos sitios que tuvo que resistir, sobre todo en época de Juan II. En aquel tiempo tenía una de las jurisdicciones más grandes de la región y de sus campos saldrían gran número de repobladores a otras zonas recién conquistadas.
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